20/01/2017 Literatura 0
image

Me arrepiento de tanta inútil 

queja,

de tanta 

tentación improcedente.

Son las reglas del juego inapelables

y justifican toda, cualquier pérdida.

Ahora

sólo lo inesperado o lo imposible

podría hacerme llorar:

una resurrección, ninguna muerte.

Ángel González
Pintura: Isabel Guerra

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *