PRINCIPIOS Y FINALES
Una vez fui una chica con futuro. Leía en latín a Horacio y a Virgilio y recitaba a Keats completo de memoria. Al entrar en sus cuevas, los adultos me capturaron: comencé a parir hijos de un hombre necio y vanidoso. Ahora cuando puedo lleno el vaso y lloro al recordar algún verso de Keats.…
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