In memoriam
Nos ha dejado otro maestro: Salvador Pániker.
Leerlo, escucharlo y aprender era todo uno.
“Sin ego no hay muerte. Sin ego, uno no es el protagonista de la historia. El protagonista somos todos y la culpa es colectiva. Sin ego desaparece la ansiedad y la angustia de la muerte, y tú eres como un perro que se va a morir. Hay remedios contra la angustia. Uno es el saber taoísta que nos recuerda la necesidad de dedicar la primera mitad de la vida a crear un ego muy fuerte, convicciones, autoestima, una ventaja para defenderte. Y la segunda mitad, a deshacerse de él, porque las desventajas son superiores: esto se acaba. Es el saber biológico, contrario al mito del alma, porque dice Pániker que nadie cree en el alma: Yo soy un animal más que he brotado del mundo, y llega un momento en que desaparezco. Pero ahí siguen mis hijos, mi gente, lo que he hecho”.