Deambulo
custodiada por las piedras del camino,
unida a pequeños cantos que decoran mi senda,
indicio de la fragilidad de la vida.
Restos de rocas milenarias
asoman, gastados y pulidos,
recordándome
que, en la existencia,
las pequeñas cosas
marcan la travesía.
Piso fuerte, a imagen
de esos pedruscos
aliados de mis huellas.
La materia se desgasta y envejece, pero
ni oculta la belleza
ni debilita el alma.
Poema y fotografía: Berta Pichel