25/11/2017 Literatura Poesía 0

Un día como hoy, hace 455 años, nacía el Fénix de los ingenios.
Amo a Lope de Vega. Admiro ese mostrar las profundas contradicciones del ser humano: el “pecado” como oferta vital y el “arrepentimiento” como posible fuga de un infierno seguro.
Este soneto es una obra maestra.
Somos hijos de una época y Lope lo fue del espíritu de la Contrarreforma.
Tenemos toda una vida para lograr salir de la caverna.

“¿Qué tengo yo, que mi amistad procuras?
¿Qué interés se te sigue, Jesús mío,
que a mi puerta, cubierto de rocío,
pasas las noches del invierno oscuras?

¡Oh, cuánto fueron mis entrañas duras,
pues no te abrí! ¡Qué extraño desvarío,
si de mi ingratitud el hielo frío
secó las llagas de tus plantas puras!

¡Cuántas veces el ángel me decía:
«Alma, asómate ahora a la ventana,
verás con cuánto amor llamar porfía»!

¡Y cuántas, hermosura soberana,
«Mañana le abriremos», respondía,
para lo mismo responder mañana!”

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *