Mediterráneo
Nuestro Mediterráneo, ese mar tan nuestro,
el que me acaricia con sus aguas unos cuantos meses al año,
el que me acompaña
en mi deseada soledad,
en mi clamoroso silencio,
en mis tristezas
y en mis alegrías,
es hoy,
también,
el cementerio
de la ignominia.