Me llamaste en la noche y yo dormía.
Dormía, más logré sentirte al lado
de mi cuerpo y creía que soñaba.
Soñase o durmiese, me llamaste
dulcemente en la noche que velaba.
Sí, velaba, temblaba, me salía
de mí cuando en la noche susurrabas,
aunque solo durmiese y te soñase.
Sólo sé…no sé nada; sólo creo
que quizá eras tú quien me soñaba
poniendo yo mis labios en los tuyos.
Sólo sé que brotaste de lo oscuro,
sólo sé que entreabriste mis tinieblas
como una luz que hablase a mis silencios.
Antonio Colinas
Pintura: Zinaida SerebryaKova