07/07/2017 Literatura Poesía 0

Me llamaste en la noche y yo dormía.

Dormía, más logré sentirte al lado

de mi cuerpo y creía que soñaba.

Soñase o durmiese, me llamaste

dulcemente en la noche que velaba.

Sí, velaba, temblaba, me salía

de mí cuando en la noche susurrabas,

aunque solo durmiese y te soñase.

Sólo sé…no sé nada; sólo creo

que quizá eras tú quien me soñaba

poniendo yo mis labios en los tuyos.

Sólo sé que brotaste de lo oscuro,

sólo sé que entreabriste mis tinieblas

como una luz que hablase a mis silencios.

Antonio Colinas
Pintura: Zinaida SerebryaKova

 

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