LAS HORAS Y LOS DIOSES

LAS HORAS Y LOS DIOSES

03/05/2017 Literatura 0

Así como tú amas así eres.
Si entregas mariposas,
recibirás abriles.
Si riegas con tu luz
la primavera loca de los días,
si puedes sonreír a contratiempo
y estampas tu existencia con claveles,
no temas,
por más que el viento arrecie,
no te hundirá el naufragio.

Pero si solo tienes
dentro de un corazón
de sal y sombras
billetes, cornucopias,
una mesa con cáscaras vacías,
nubes grises, recortes desvelados,
los sueños juveniles desvaídos,
la inocencia hecha añicos,
el alma pura grieta,
entonces, deberías,
aunque sea difícil y extenuante,
lanzarte por la borda,
no temer al vacío ni al fracaso,
abrirle la ventana a la verdad,
armarte de valor
y desnudo de alarmas y de metas
prepararte para empezar de cero.

Permite que la vida te sorprenda,
empápate de versos y de lluvia,
canta a la luna, prueba un chilpachole,
recupera el aliento del pirata.

El tiempo es un viajero fugitivo
que huye siempre y nunca hacia delante.
Es el único dios, él es el dueño
de todo cuánto tienes, cuánto amas
pero es también un as bajo la manga.
Que nada te desvíe del camino
hasta que salga el sol y nos persiga,
hasta que su impostura nos alcance.

Marta Muñiz Rueda.

Pintura: Ramón Pichot

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