In memoriam de papá
Aquí, sentado en un banco,
la esperó
en silencio.
Ella, la infalible Parca,
amante del tránsito,
apareció seductora.
Hoy, deambulo solitaria
al apuntar el día.
Una triste luz
alumbra la escena,
aviva mi memoria,
nutre mi añoranza
y aguijonea mi dolor.
Foto: Rincón de L’Hospitalet donde murió mi padre de un infarto.
Él me esperaba sentado en un banco. Yo me encontraba a escasos metros dando clase.
Hay guadañas que siegan a determinadas horas.