20/07/2017 Literatura Poesía 0

Hay poemas, como este de Julia Cornejo, que tocan sensaciones.

“Nos recordaron
que el horario de visitas
había terminado.

No hacía falta.

A cierta edad uno acaba
comprendiendo
que hay afectos,
muy pocos,
de veinticuatro horas
que no admiten
el uso de megáfonos
indicando el final de su jornada.

Y cariños prestados
que cierran por la noche.”

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *