De últimas voluntades
Hay quien se cree por siempre y para siempre.
Vencedor de un destino inapelable.
No hay mayor desatino.
El olvido es, sin duda,
la condena más cruel, la más severa.
Queremos perdurar,
mendigamos que otros nos recuerden
por todo cuanto hicimos;
mas sólo nos recuerda quien nos ama.
El amor es la única victoria.
Lo demás, será pasto del olvido…
Marisa de la Peña
Pintura: Brian Kershisnik