Pasa la vida
Rosalía de Castro, una de mis poetisas preferidas.
“Hora tras hora, día tras día,
entre el cielo y la tierra que quedan
eternos vigías,
como torrente que se despeña
pasa la vida.
Devolvedle a la flor su perfume
después de marchita;
de las ondas que besan la playa
y que una tras otra besándola expiran
recoged los rumores, las quejas,
y en planchas de bronce grabad su armonía.
Tiempos que fueron, llantos y risas,
negros tormentos, dulces mentiras,
¡Ay! ¿En dónde su rastro dejaron,
en dónde, alma mía?”
Del pasado, de lo que fue y no vuelve, recojo la armonía.
Y miro, y escucho y siento que el pasado también es maleable.
Lo podemos reeditar, aprovechar en el presente, agradecer lo que fue,
acariciarlo, abandonarlo. Ya no es.
Simplemente contemplo su rastro en mi alma.
Las suaves o las profundas cicatrices que forman parte de mí.
Pintura: José Higuera