No robarás

No robarás

02/12/2018 Mis microrrelatos 0

Pepa esperó a estar sola en casa, abrió el cajón de la alacena, se puso de puntillas esperando encontrarlo. En la esquina del fondo, como si estuviese castigado, avistó el monedero de su madre. Se mantuvo inmóvil, parecía como si las manos se negasen a rozarlo siquiera. Fuera, las campanas de la iglesia convocaban al rosario. La voz ronca del párroco platicando sobre el séptimo mandamiento, “No hurtarás”, se convirtió por momentos en su Pepito Grillo particular. Revivió la mirada auscultadora del cura como si él, ya de antemano, adivinase el futuro latrocinio. Acarició el pomo metálico del viejo cajón lacado en blanco marfil y, sin saber porqué, se negó a cerrarlo. Abrió la cartera, centró el interés en el compartimento de las monedas –,mantuvo la voluntad de ignorar la zona del billetero, siempre más valiosa–, respiró más tranquila al comprobar que había bastante calderilla. Mamá no notaría la falta de dos pesetas y el celo, guía del nuevo camino hacia la recuperación libresca, sería suyo.

El tiempo nos deshizo

 

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