NADA SOY
Nada soy,
si solo fui rastreadora
de la luz
en la oscuridad cerrada.
Acaso busqué un sol imaginario,
permanente,
incorregible soñadora del retorno de los míos,
desterrados,
encerrados
en osarios de hormigón.
¿Es el sufrimiento
el compañero inevitable
del apego?
¿O quizá es la misma noche,
la pitonisa que desvela
los secretos?
¡Nada soy,
si no contemplo el sol
y percibo
que es nuevo cada día!
Nada soy,
si no me adentro en el olvido
y el tiempo, oleaje sereno,
me despierta en el recuerdo
de la lucidez.