Miradas
Me miró.
Me miró con la mirada felina,
helada,
de un gato montés.
Me miró a través de la geometría biselada
de dos diamantes transparentes,
mortecinos.
Me miró tras la firme convicción
de un peregrino ciego
cargado con la mochila desgastada
de un largo sendero.
Y, entonces, solo entonces
en la vacuidad de su mirada capté
el abismo inmenso
que nos separaba;
la erosión
del tiempo sobre nuestras vidas.
Pintura: Hope Gangloff