Inquietud
Me he parado un instante
en el camino
colmado de guijarros torneados,
amantes que protegen y acarician
las flores macilentas
del invierno.
Me he parado un momento
en el camino,
tras el largo viaje de la vida,
a contemplar amores descuidados.
Cae la tarde, se retira el sol
y la noche me envuelve en su silencio.
Respiro lentamente
con la fuerza de la brisa
y vuelo bajo
al ritmo de una gaviota amiga,
libre, sin patria,
pero plena de energía.
Entretanto, el mar inquieto
de un invierno tibio y solitario,
desconozco
si me ignora
o si me empuja
hacia el fuego de la vida.