A Carlos
Ahora te vislumbro en la penumbra
de caminos y laderas misteriosas,
embelesado por la música apacible
del armonio etéreo de ultratumba.
Ahora que, presiento, ya conoces
los oscuros vericuetos de esta vida,
y el deambular de las sombras sibilinas,
cautivas en el fondo de la gruta.
Ahora que aún transito por espacios
de hologramas mundanales e ilusorios,
yo los miro, los exploro y los percibo
inmunes a tu ausencia y a mi vida.
Ahora ya comprendo las razones
del encuentro de dos seres
en el ciclo.
Y en la senda hacia el ocaso,
ahora y solo ahora, acato tu infortunio
y mi destino.
En Ponferrada, nuestro espacio común.
Imagen: Autor desconocido